Un año más estamos ante una fecha que viene a recordar que en 1908 acontecieron trágicos y sanguinarios hechos que se han reconocido, de manera formal, como el inicio de la reivindicación de los derechos de las mujeres trabajadoras. Sin embargo, también una vez más, constatamos que la igualdad de género, es decir, entre hombres y mujeres, dista mucho de ser real y efectiva. En nuestro sector, el número de mujeres que trabajan en él, lo hacen en un número igual o superior al de hombres. Las diferencias entre ambos grupos no son sólo salariales, sino que la discriminación viene marcada, en muchos casos, por los roles familiares que asignan a las mujeres la atención y cuidado de los hijos y ascendientes. En este sentido, tanto los recortes que se han aplicado a los servicios sociales (dependencia, cuidadores, guarderías, etc.) como las pretensiones y abusos patronales dificultan el acceso, en igualdad de condiciones, al desempeño laboral y la realización profesional. Frente a la resignación, seguimos reclamando a los gobernantes, a las empresas y a las familias un impulso decidido a las medidas de igualdad y contra la violencia de género, mediante políticas sociales efectivas.
En CGBS decimos alto y claro que no queremos efemérides formales, sino compromisos reales y solidarios.   

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