¿QUÉ FUTURO NOS ESPERA?

No son presagios de ningún gurú tecnológico, la Banca vive un momento decisivo, parecido a la extinción de los Dinosaurios hace 65.000 millones de años cuando solo unos pocos lograron perpetuarse, los que se adaptaron al nuevo entorno. ¿BS sobrevivirá? o ¿nos dejará sobrevivir? porque a cada paso o decisión que toma, se deshumaniza más, con decisiones confusas para los que formamos parte de la entidad, con el juego de sillas y muchos nombramientos que nadie entiende, ¿o si? 

Por no hablar del escaso atractivo que plantea hoy en día el sector financiero debido a la baja rentabilidad que ofrece. La mayoría de los grandes espadas del sector han asumido y se han aplicado el dicho “Renovarse o Morir”. Y nosotros, queremos imitarles en los planes de reajuste, pero sin invertir lo necesario en la renovación tecnológica. Los renovadores, técnicos en aparatos y mantenimiento de estos somos los mismos empleados de BS, a los que luego podrán incluir en ese temido y previsto plan de reajustes tan anunciado.

 Todos sabemos que el sector bancario tiene un problema estructural, que no es RENTABLE y BS necesita reducir costes en un mundo más digital. Para eso está nuestra renovada dirección, desde su llegada y en menos de 5 meses ya han cerrado un total de 117 oficinas en Julio y están previstas 223 para mediados de octubre, ¿continuarán con dicha tendencia hasta llegar a las 500 oficinas como ya predijo la prensa? 

Como suele ser habitual los hechos no ocurren de repente, responden a un proceso que, aunque no seamos conscientes se dan en un periodo de tiempo, hasta que nos damos cuenta del cambio. BS se encontraba en un lugar de confort, no éramos un banco que marcaba tendencia alguna, la competencia era la que marcaba el futuro, podía y quería hacerlo. Así, a esa distancia hemos terminamos siendo en el sector la copia barata del BAZAR, estamos en tierra de nadie aprovechando el segmento del mercado abandonado por otros………

 Porque para llegar al final de la historia y en el punto que nos encontramos en puertas de un ajuste de plantilla sin saber si será voluntario:

terminar suele ser una obligación, pero terminar bien un difícil ARTE.